El impacto del branding en el consumidor
Vamos a jugar a un juego.
Voy a decir tres cosas y quiero que apuntes mentalmente lo primero que te venga a la mente.
Comida rápida. Zapatillas de correr. Ordenador.
Quizá hayas visto un jugoso y delicioso Big Mac.
Tal vez hayas visto unas brillantes y coloridas zapatillas Nike.
Puede que incluso hayas visto un MacBook monocromo, con todas sus campanas y silbatos.
Si es así, significa que estas empresas están haciendo un buen trabajo posicionando sus marcas en el mercado.
Esto es lo que llamamos conciencia de marca.
Para crear un vínculo tan fuerte entre un cliente y una marca, el branding desempeña un papel crucial. Branding es una palabra muy amplia, pero se refiere simplemente a la verdadera alma y consistencia de una marca. Cuanto más fuertes sean sus características, más fácil será identificarla y, por tanto, la marca permanecerá en la mente de los clientes. Todas las marcas son diferentes, sin embargo, algunas características incluyen un logotipo, ciertos colores o patrones, un conjunto de tipografías, etc. Todo ello junto ayudará a transmitir el significado y la esencia y hará que sea fácilmente reconocible.
Entonces, ¿por qué la marca se ha vuelto tan crucial para garantizar el éxito de un producto o servicio en los últimos años?
Es una consecuencia de la feroz competencia que existe hoy en día en todos los mercados. Mantener la fidelidad de los consumidores es esencial para que una marca sobreviva, además es muy común que la gente recurra a su marca favorita para facilitar la elección de compra y evitar la fatiga de decisión, en un océano saturado de marcas que ofrecen las mismas soluciones. Todo se reduce a la fidelidad del consumidor "una medida del grado de fidelidad de los consumidores a una marca concreta durante un periodo de tiempo, que hace hincapié en la recompra constante de la misma marca" (Sheth & Mittal 2004).
La marca es lo que permite que funcione esta relación entre marca y consumidor, sin embargo, es importante entender que el producto es igual de importante. Si un producto o servicio es malo, será muy difícil crear una relación sólida con su público. Si su marca es fuerte, rezuma personalidad y vende un producto o servicio excepcional, es muy probable que tenga éxito. Se trata de una combinación en la que todos salen ganando y que generará automáticamente fidelidad y recompra por parte del consumidor.
Hoy en día, las empresas pagan altas sumas de dinero para contratar a expertos que les proporcionen el mejor branding disponible. Este campo recibe cada vez más atención y sigue extendiéndose rápidamente, lo que crea un mercado más competitivo. Un producto o servicio tiene menos posibilidades de triunfar sin un branding que transmita su esencia y hable a su público. Pero, ¿qué pasa con la conciencia de marca?
Una vez que una marca tiene un concepto claro y una esencia notable, ¿cómo se introduce en la mente de la gente? La respuesta es fácil: con marketing. Bombardear a su público objetivo con una campaña publicitaria bien pensada a través de los canales adecuados llamará la atención sobre su marca. En otras palabras, es cómo te haces ver y qué haces para que la gente adecuada sepa que existes. Además, si la marca es lo suficientemente buena nunca te olvidarán, y si tu producto es excelente la gente te recomprará y recomendará, como consecuencia, tu producto o servicio se esforzará.
La marca no es más que una herramienta que, combinada con otras herramientas como el marketing y el diseño gráfico, obrará milagros a la hora de vender un producto o servicio en un mundo con demasiadas opciones. El objetivo principal es vender y volver a vender, para conseguirlo es fundamental la fidelización del consumidor, el resto se desarrollará sin esfuerzo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el producto o servicio debe funcionar con su marca. La marca es una poderosa herramienta del siglo XXI, no un mero capricho para que una cosa parezca bonita.