Contar historias con movimiento: Motion animation para marcas
Hoy en día, la animación es algo cotidiano; miremos donde miremos, veremos movimiento, ya sea en la alarma de nuestro teléfono, en las notificaciones, en una página web, en una valla publicitaria o incluso en la próxima app que abramos. Eso por sí solo dice lo esencial que se ha vuelto este campo y cómo no deja de crecer. Este año, Cisco predijo que el 82% del tráfico de Internet serían vídeos.
Las personas ajenas al sector quedan hipnotizadas por las animaciones, y preguntan constantemente a los profesionales sobre qué hace que las cosas se muevan, su propósito y su historia. Esto convierte a la animación en una magnífica herramienta de branding, ya que el movimiento puede ayudar a las marcas a comunicar y explicar su producto de forma destacada, visual y atractiva. Esto puede hacerse de varias formas, como con un vídeo explicativo, animación de producto o animación de logotipo, o incluso un vídeo promocional; no es de extrañar que hoy en día podamos percibir cómo el movimiento se aplica cada vez más en todos los sistemas de marca.
Al animar una marca, es fundamental tener en cuenta cómo se moverán los elementos para comunicar lo que la marca quiere expresar. El lenguaje de movimiento de la marca tiene que tener un propósito; por lo tanto, cada decisión de movimiento viene con una razón detrás. Al animar los elementos gráficos de un sistema, conviene tener en cuenta lo siguiente: ¿Ayudaría a la comunicación de la marca un movimiento determinado? ¿El movimiento cuenta una historia o tiene una narrativa vinculada?
Para que un gráfico en movimiento tenga éxito, su movimiento debe contar la historia de la marca. Por ejemplo, si la marca es lúdica, el movimiento de sus gráficos debe ser de esta naturaleza. Por tanto, las tipografías y las formas deben moverse de forma lúdica; esto puede hacerse aplicando un aplastamiento y estiramiento exagerados. Dependiendo de la historia de la marca, puede empezar con opacidad, escalar desde el centro o venir desde la derecha. Esa narración tiene que estar en consonancia con lo que dice la marca. Cada logotipo, tipografía y forma tiene un carácter, y la animación tiene que moverse de acuerdo con esa personalidad.
Otro ejemplo de cómo aplicar el movimiento en un sistema de marca es la tipografía. Las tipografías ya tienen personalidad, y cuando se ponen en acción, pueden ayudar a comunicar un estado de ánimo o un "sentimiento", se puede tener una conversación con la marca sólo a través del movimiento de las tipografías. Este tipo de movimiento puede ayudar a apoyar las jerarquías de una pieza editorial; la acción puede ayudar a comunicar estas variables y sus diferentes "tonos". Por ejemplo, las tipografías finas comunican una cosa, mientras que las gruesas, otra; del mismo modo, distintos tipos de animación pueden expresar cosas diferentes.
En el estudio, cada vez aplicamos más la animación en las presentaciones a los clientes. Por ejemplo, si tenemos una marca con un sistema modular, podemos utilizar el movimiento para mostrar visualmente las variables de sus sistemas. Lo mismo ocurre con las tipografías; si animamos el peso de un tipo, ayuda a contar su estado de ánimo o su historia.
La animación también se aplica a menudo al diseño de interfaces de usuario. Al diseñar interfaces, debemos considerar cómo se abrirá la aplicación, cómo reaccionará el botón cuando el cursor esté encima y qué transición debe tener una página web al cambiar de página. Al extender una marca a un sitio web, debemos evaluar cómo interactuará la web con el usuario.
En tbpmx, nos esforzamos constantemente por evolucionar y mantenernos al día con la tecnología, ya que intentamos incorporar el movimiento a todo lo que hacemos. Al final, cualquier cosa puede moverse, pero la forma en que se mueve y la historia que cuenta con esa animación es lo que marca la diferencia respecto a algo que simplemente se mueve.