Narrativa y Sistemas
Vivimos en una época nostálgica donde las tendencias lo son todo, los 70, 80, 90... añoramos esos tiempos. Parece como si ya no quisiéramos estar en el presente, donde todo se vuelve sistemático y frío.
En una conferencia sobre sistemas de diseño en UI/UX, Wences Sans puso como ejemplo los primeros sitios web, como el sitio SpaceJam (una obra maestra que sigue en línea), donde compartió la sensación de descubrir algo nuevo mientras se explora, una sensación como si Internet fuera un mundo completamente desconocido en comparación con nuestra relación actual hacia él, donde parece que lo hemos visto todo. Esto le llevó a plantearse preguntas como "¿cuándo dejaron de ser así los sitios web?", y concretamente a hablar de cómo los sistemas de diseño y los "layouts" tomaron el relevo para simplificar las estructuras de diseño.
Mientras trabajas en branding, tarde o temprano, empiezas a desarrollar sistemas donde todo responde a una misma función, parámetros estéticos y estructura, como si de una fórmula matemática se tratase, es entonces cuando te das cuenta de que esta ecuación carece por completo de narrativa. Me refiero a la narrativa que tenían las antiguas páginas web o la experiencia de desempaquetar un producto, o incluso de lanzar una app. Estos procesos cuentan una historia, una historia que tiene un principio y un final, procesos que se apoderan de las emociones y consiguen emocionarte. Los sistemas de diseño son maravillosos y necesarios para un buen diseño, ya que ayudan a dar forma al producto final, pero al mismo tiempo se vuelven predecibles e impersonales.
Esta es una invitación a pensar en el diseño desde otra perspectiva, una que evoque sentimientos. Emocionemos al observador, pensemos en resultados atemporales, dejemos de lado las tendencias y las piezas de diseño previsibles pero, sobre todo, sigamos contando historias y devolvamos el factor sorpresa a nuestras vidas. (Gracias a Javier Cañada por su visión del mundo y su perspectiva).