Otro año ha pasado
Reflexiones finales sobre uno de los años más importantes en la historia de tbpmx.
Ya estamos en la recta final de 2019; las fiestas navideñas se van sucediendo y los proyectos que no conseguimos cerrar se convertirán en un problema para el año que viene.
Es fácil decirlo, pero estas fiestas son las séptimas en la historia de tbpmx, y no puedo contar todos los cambios y ajustes que hemos hecho a lo largo de los años. Hablando de 2019 específicamente, lo veo como uno -otro más- de los años más importantes en la vida de nuestro estudio, donde ajustamos nuestros procesos creativos, nuestro equipo y finalmente desarrollamos una nueva área completamente dedicada a la producción de los proyectos de branding que van directamente a nuestro portafolio.
Es increíble que aún después de tantos años siga aprendiendo y ajustando procesos que antes de 2019 consideraba innecesarios, mientras daba prioridad a otros. Nadie te dice cómo afrontar todos los aspectos administrativos y financieros de tener un estudio de diseño. Ahora que lo pienso, un curso universitario de este tipo me vendría mucho más bien que una clase de Teoría del Marketing o Cálculo Avanzado.
Fue un año lleno de proyectos que destacan por ser completamente diferentes a todo lo que habíamos hecho en años anteriores. Sólo para recapitular algunos: una enorme firma legal en la Ciudad de México, una escuela de diseño en Senegal, una marca de café de Chiapas, una plataforma gigante de entregas en LATAM, un restaurante consciente en Abu Dhabi, un robot para escribir cartas en California, una tienda de novias en la Ciudad de México, una marca de ropa interior femenina en NYC y un enorme etcétera que nos sigue dando alegrías a lo largo de los días.
No quiero dejar pasar este año sin dar las gracias a todos los que creen a diario en la gente de la marca, los que están, los que se fueron y los que aunque se hayan ido, siguen con nosotros en espíritu. Personas de diferentes orígenes que se complementan y que aportan tanto a nuestra mesa y ayudan a formar nuestra forma de trabajar, pensar y movernos.
Que este 2020 no sea más que un año de retos, risas, amistad y errores. Ruego que haya muchos errores porque he aprendido que esos tropiezos son oportunidades de aprendizaje y esa es la forma de seguir creciendo y evolucionando, pues el cambio es lo único permanente en la vida.