Arow Down
Eduardo Ramón Trejo | 14 January, 2019

Stefan Sagmeister: Crea para ser feliz

En un arrebato de literalidad, Stefan Sagmeister (Austria, 1962) decidió ejemplificar en sus carnes el dolor que supone diseñar, grabándose en la piel con una navaja de bolsillo de verdad el texto del cartel de su conferencia en el Instituto Americano de Artes Gráficas (AIGA).

"El elemento sorpresa es un poderoso comunicador en un mundo lleno de monotonía", dice sobre su forma de comunicar una idea, a menudo llamada transgresora. Quince años después de crear el polémico cartel, Sagmeister continúa su búsqueda para hacer del diseño algo más que una disciplina utilitaria, convirtiéndolo en una herramienta de transformación, una forma de alcanzar la felicidad a través de desmenuzar la vida con una visión diferente.

Tras abrir su estudio en 1993 para adentrarse en el mundo de la música y trabajar con gente como Lou Reed, The Rolling Stones y Talking Heads, Sagmeister ha conseguido ampliar su espectro creativo hasta el punto de hacer del diseño una forma de vida. Tuvimos la oportunidad de charlar con Stefan a través del correo electrónico sobre el dolor, la felicidad y el futuro de la comunicación en manos de la nueva era digital.

El dolor de una idea

"Creo que el dolor es un elemento inherente al acto de diseñar", dice Stefan sobre la naturaleza del trabajo gráfico, del que ha aprendido a transformar las penurias que conlleva en una oportunidad para experimentar. "Y me refiero sobre todo al dolor que supone cuando intentas tener una idea; la disciplina necesaria para no ir con lo primero que se te ocurre, la determinación de permanecer lo suficientemente sentado y estar dispuesto a soportar la frustración cuando no se me ocurre otra cosa. Esto suele marcar la diferencia entre algo bueno y algo genial".

Además, para Stefan el diseño no es sólo una búsqueda de funcionalidad: "La belleza (o lo que a menudo se describe como hacer cosas bellas) está total y completamente infravalorada dentro del diseño y el arte contemporáneos". "Si hoy puedo contribuir a hacer algo bello, entonces hoy ha sido un muy buen día. Y esta creación tendrá que funcionar, de lo contrario, no podrá llamarse pieza de diseño".

Comunicar en la era digital

En la época que atravesamos, en la que aparecen nuevos procesos y metodologías que transforman nuestro entorno a una velocidad vertiginosa, las formas de comunicación suponen un reto constante que el diseño debe aprender a acoger e integrar en su naturaleza. "Los ordenadores han afectado a todos los aspectos de nuestro trabajo; muchas de las piezas que hacemos (incluidas las que parecen hechas a mano) no habrían existido de no ser por ellos. La capacidad de imprimir rápidamente en 3D proclama un mundo de productos instantáneos. Teniendo en cuenta que en este momento estamos experimentando con la impresión de tejidos vivos con fines médicos, es concebible que pronto veamos salir de una impresora productos hechos de carne. La comunicación en el diseño cambiará de tantas maneras que no podría empezar a predecir ahora".

El diseño como reclamo

Uno de los aspectos más interesantes de la carrera de Sagmeister es su capacidad para transformar la disciplina de trabajo en una forma de vida. Cada siete años se toma uno sabático para permitirse experimentar el diseño desde otras perspectivas, lo que ha dado lugar a piezas como The Happy Film, un documental en el que explora la felicidad desde distintos ángulos.

"Necesito tomarme un año sabático de vez en cuando, quizá sea la idea más importante para mantener el diseño como mi vocación, no sólo como mi trabajo. Como ocurre con muchas decisiones importantes en mi vida, había muchas razones para tomarme ese primer año sabático: una era luchar contra la rutina y el aburrimiento; otra era la perspectiva con la que podía afrontar distintos tipos de proyectos cuando tenía un margen de tiempo libre para trabajar en ellos.

Esperaba que esos momentos fueran felices. Lo que no esperaba es que esas pausas cambiaran el curso del estudio. Y no me habría atrevido a imaginar que tendrían éxito económico, pero lo tuvieron. No es mi deseo desconectar del trabajo durante estos periodos sabáticos; de hecho, existen para trabajar, trabajo más horas de las que trabajo habitualmente en un año normal. Simplemente no acepto nuevos proyectos de clientes, y busco pequeños experimentos que den resultados para futuros proyectos."

"Durante el segundo año sabático buscaba algo significativo en lo que trabajar, y The Happy Film parecía cumplir el cometido: me obligó a investigar y experimentar mucho en este campo. También descubrí que todo lo que hacemos puede ponerse al servicio de otras personas. También me permitió trabajar en un medio que representaba un reto porque nunca antes había hecho una película. Un libro habría sido mucho más fácil".

"Lo que me hace feliz de ser diseñador después de todos estos años de experiencia y trabajo es la posibilidad de pensar ideas sin la presión de un plazo. Ahora mismo estoy bastante bien. Estoy en un avión rumbo a Canadá, a punto de conocer a mucha gente interesante. Así que sí, diría que estoy 8 sobre 10 en cuanto a mi nivel de felicidad".

Por @eduardo_ramon_t

Publicado por El Fanzine: @elfanzine.